Sé que este camino no será fácil, incluso sé que a veces retrocederé, o tendré que pisar nuevamente los mismos escalones, par llegar a mi destino...
Hace unos meses atrás mi marido se repitió uno de los estudios básicos que los doctores piden al hombre, cuando se está buscando el embarazo y no se logra (quienes están en esta misma lucha, ya deben saber que los médicos comienzan a pedir estos estudios pasado el año en que una pareja intenta concebir y no puede). El espermograma.
Por el año 2009 si mal no recuerdo, mi marido se realizó un espermograma, y los resultados no fueron espectaculares, pero estaba dentro de los parámetros normales. Buena cantidad, buena movilidad, buena morfología.
El nuevo espermograma de este año, 2015, es terrible. Los resultados fueron terribles. Astenoteratozoospermia es el diagnóstico. No se me ocurre la causa de ese resultado, mi marido come sanamente, fuma, pero no en exceso, no bebe casi nunca, no hace deporte pero de vez en cuando sale a caminar...
El pobre, cuando vio los resultados del nuevo espermograma, se puso mal y pensó que yo le echaría la culpa quizá... como hizo la estúpida de su ex mujer, con la que no tuvo hijos.
No, mi amor, vos no tenés la culpa, ninguno de los dos tiene la culpa, ni yo de mis ovarios y folículos vagos ni vos de tus espermatozoides lentos y deformes.
Sólo nos tocó se así, y yo sólo le pido a Dios y a la Virgen todos los días para que nos sane y podamos concebir a nuestros hijos....
Por lo pronto lo he puesto a mi negrito a tomar jugo de naranja y lo he convencido de buscar algún complejo vitamínico que ayude a mejorar la calidad espermática. Además él, por propia iniciativa, quiere repetirse el estudio en uno o dos meses. No sé si los resultados diferirán mucho del último espermograma que se hizo, pero lo más importante para mí es que, a cuenta gotas,y manejándolo con tranquilidad y paciencia, él se va animando a involucrarse cada vez más en este camino.
Yo también tuve que repetir la tan temida histerosalpingografía. En el año 2010 me hice ese estudio por primera vez, y fue una pesadilla. Fue la primera vez que me introducían un espéculo, y ni hablar del dolor cuando comienza a pasar el líquido de contraste por tus trompas de falopio. Recuerdo que era verano, pero yo tenía los pies y las manos helados. Tiritaba de frío y de nervios, y la actitud de los profesionales esa vez... bueno dejó bastante que desear, cero paciencia, cero amabilidad, cero comprensión.
Esta segunda vez fue muy diferente. El estudio me lo realicé en el mismo instituto de la vez anterior, pero esta vez iba más tranquila, y quienes me realizaron el estudio, fueron super comprensivos y pacientes. Unos grandes profesionales. Además me acompañó mi hermana gemela, Vero, cuya presencia también me ayudó a relajarme y sentirme más tranquila al momento de hacerme el estudio.
No voy a negarlo, cuando te introducen el espéculo, es molesto y hasta un poco doloroso. Cuando comienzan a ingresar el líquido en el útero, también es algo doloroso. Pero la parte más dolorosa es cuando el líquido comienza a ingresar a tus trompas. Lo bueno es que, aunque el dolor es fuerte, sólo dura unos cinco segundos por trompa. Te agarras fuerte de la almohada que ponen en tu cabeza, y aguantas por 5 segundosque el líquido de contraste pase por cada trompa.
Y si tienes la mala suerte que tuve yo, que no sé qué pinza se les quedó trabada en el cuello del útero, y les costó un buen rato quitarla... bueno también es doloroso eso...
Pero vale la pena, el estudio dura menos de media hora, y cuando termina, sabes que has dado un gran paso en la búsqueda de tus hijos, de tu bebé...
El estudio, entre otras cosas te muestra el estado de tus trompas de falopio. Las mías, gracias a Dios siguen permeables y destapadas.
Por lo pronto, los tres estudios básicos, análisis de sangre hormonal e histerosalpingografía para mí, espermograma para él, están hechos. Ahora sólo resta que nuestra obra social (que es una de las más pobres e incompletas que hay :/ ) nos designe una clínica y doctor especialista en fertilidad...
Así que, como dice el título de este post. Detrás de cada nube, de cada estudio, de cada resultado negativo, de cada dificultad, se encuentra esa estrella... Ese escalón que debemos, que queremos pisar, y subir, y que nos acerca a nuestra meta: ver sus dulces caritas, hijos míos, en mis brazos.
Viviana
(Nota: todas las imágenes utilizadas en mi blog han sido halladas en google y son utilizadas con el único fin de ilustrar el blog, no para uso comercial de ningún tipo. Si la imagen tuviera copyright, por favor házmelo saber, y la retiraré del blog lo más pronto posible. Gracias)
Dicen que los bebés vienen de un repollo, otros que los traen las cigüeñas, otros dicen que bajan de las estrellas y vienen a posarse en el vientre de las futuras mamás. Bueno, para las mujeres con diagnóstico de infertilidad, como yo, no nos es tan fácil. El repollo quizá se ha secado, la cigüeña perdió el camino, y las nubes tapan las estrellitas y por eso nuestros bebés no pueden alcanzarnos. Entonces yo decidí que voy a construir yo un caminito de estrellas que me lleve hacia mis bebés.
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